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Ser de esquerda é não aceitar as injustiças, sejam elas quais forem, como um fato natural. É não calar diante da violação dos Direitos Humanos, em qualquer país e em qualquer momento. É questionar determinadas leis – porque a Justiça, muitas vezes, não anda de mãos dadas com o Direito; e entre um e outro, o homem de esquerda escolhe a justiça.
É ser guiado por uma permanente capacidade de se estarrecer e, com ela e por causa dela, não se acomodar, não se vender, não se deixar manipular ou seduzir pelo poder. É escolher o caminho mais justo, mesmo que seja cansativo demais, arriscado demais, distante demais. O homem de esquerda acredita que a vida pode e deve ser melhor e é isso, no fundo, que o move. Porque o homem de esquerda sabe que não é culpa do destino ou da vontade divina que um bilhão de pessoas, segundo dados da ONU, passe fome no mundo.
É caminhar junto aos marginalizados; é repartir aquilo que se tem e até mesmo aquilo que falta, sem sacrifício e sem estardalhaço. À direita, cabe a tarefa de dar o que sobra, em forma de esmola e de assistencialismo, com barulho e holofotes. Ser de esquerda é reconhecer no outro sua própria humanidade, principalmente quando o outro for completamente diferente. Os homens e mulheres de esquerda sabem que o destino de uma pessoa não deveria ser determinado por causa da raça, do gênero ou da religião.
Ser de esquerda é não se deixar seduzir pelo consumismo; é entender, como ensinou Milton Santos, que a felicidade está ancorada nos bens infinitos. É mergulhar, com alegria e inteireza, na luta por um mundo melhor e neste mergulho não se deixar contaminar pela arrogância, pelo rancor ou pela vaidade. É manter a coerência entre a palavra e a ação. É alimentar as dúvidas, para não cair no poço escuro das respostas fáceis, das certezas cômodas e caducas. Porém, o homem de esquerda não faz da dúvida o álibi para a indiferença. Ele nunca é indiferente. Ser de esquerda é saber que este “mundo melhor e possível” não se fará de punhos cerrados nem com gritos de guerra, mas será construído no dia-a-dia, nas pequenas e grandes obras e que, muitas vezes, é preciso comprar batalhas longas e desgastantes. Ser de esquerda é, na batalha, não usar os métodos do inimigo.
Fernando Evangelista

quinta-feira, janeiro 26, 2012

Aumenta la actividad sísmica en la cuenca del Pacífico; científicos observan precursores de terremotos en la costa del Pacífico de México y EU


25 de enero de 2012 –- En medio de un patrón de actividad renovada de terremotos en el Anillo de Fuego del Pacífico, varios científicos están observando con preocupación los precursores potenciales que indican la amenaza de algún 'megaterremoto' en la zona fronteriza del Pacífico entre México y Estados Unidos, en un marco de tiempo de los próximos 7 a 10 días. El equipo científico del sótano de LPAC está investigando y siguiendo de cerca esta situación.

El Instituto Schmidt de Física de la Tierra (IFT) de Moscú, emitió un informe el pasado fin de semana donde advierte que el terremoto de 6.2 de magnitud que ocurrió en la región de Chiapas, México, el pasado sábado 21 (con centro al sudoeste de la costa, a 65,6 km de profundidad), es un "precursor potencial" de un megaterremoto de 7,5 a 8,3 de magnitud, que podría ocurrir pronto en la zona fronteriza del Pacífico entre México y Estados Unidos.

El IFT tomó en consideración el terremoto de Chiapas junto con muchos otros sucesos sísmicos, como por ejemplo, un terremoto de magnitud 4,1 que sucedió el 18 de enero en la península de Baja California, en México, así como varios otros en otros lugares y momentos. Se ha señalado que han habido temperaturas atmosféricas elevadas asociadas con el terremoto de Chiapas y otros, que "normalmente" no se espera que ocurran.

Además, el informe del IFT señala que hay fundamentos para una mayor preocupación, dado que el 4 de abril de 2010 azotó al norte de Baja California un terremoto de magnitud 7,2, que fue el primer terremoto grande que ocurría en esa falla particular desde 1892, y vincula la zona sísmica de México al sistema masivo de la falla de California, señalando de este modo un "reinicio" del potencial de esa región para que ocurran catástrofes sísmicas y volcánicas.

El IFT señala que sus conclusiones se han confirmado con su utilización de la última información obtenida del satélite MODIS (siglas en inglés de Espectrorradiómetro de Imagen de Resolución Moderada) que opera la NASA y cuya visualización está disponible.
Se destaca que el calentamiento de la atmósfera —calentamiento extremo o calentamiento rápido— por encima de las zonas de los terremotos, se cree que es un predictor preciso de actividad de terremoto importante como se documento antes del Gran Terremoto y Tsunami de Japón en 2011. Antes de que ocurriese el terremoto del 11 de marzo en Japón, el contenido total de electrones en una parte de la atmósfera superior, llamada ionosfera, aumentó drásticamente encima del epicentro del terremoto, alcanzando un máximo a tres días antes de que azotó el terremoto.

Otra advertencia viene del pronosticador Jim Berkland, sobre la probabilidad de que ocurra un terremoto de magnitud 7 o mayor en esta zona general de la costa del Pacífico en la frontera México-EU para fines de mes.

El sitio electrónico en inglés de LPAC mantiene al corriente una página sobre la "Última actividad de terremotos" (del Servicio Geológico de Estados Unidos) en la sección de Clima. Ahí se puede ver que hasta hace una semana, la situación era relativamente estable. Luego, la intensidad y el ritmo de la actividad explotó con los incidentes en las Islas Aleutianas, México, Chile y el Caribe.


Fonte: http://spanish.larouchepac.com/node/15783
* prezadocarapalida

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