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Ser de esquerda é não aceitar as injustiças, sejam elas quais forem, como um fato natural. É não calar diante da violação dos Direitos Humanos, em qualquer país e em qualquer momento. É questionar determinadas leis – porque a Justiça, muitas vezes, não anda de mãos dadas com o Direito; e entre um e outro, o homem de esquerda escolhe a justiça.
É ser guiado por uma permanente capacidade de se estarrecer e, com ela e por causa dela, não se acomodar, não se vender, não se deixar manipular ou seduzir pelo poder. É escolher o caminho mais justo, mesmo que seja cansativo demais, arriscado demais, distante demais. O homem de esquerda acredita que a vida pode e deve ser melhor e é isso, no fundo, que o move. Porque o homem de esquerda sabe que não é culpa do destino ou da vontade divina que um bilhão de pessoas, segundo dados da ONU, passe fome no mundo.
É caminhar junto aos marginalizados; é repartir aquilo que se tem e até mesmo aquilo que falta, sem sacrifício e sem estardalhaço. À direita, cabe a tarefa de dar o que sobra, em forma de esmola e de assistencialismo, com barulho e holofotes. Ser de esquerda é reconhecer no outro sua própria humanidade, principalmente quando o outro for completamente diferente. Os homens e mulheres de esquerda sabem que o destino de uma pessoa não deveria ser determinado por causa da raça, do gênero ou da religião.
Ser de esquerda é não se deixar seduzir pelo consumismo; é entender, como ensinou Milton Santos, que a felicidade está ancorada nos bens infinitos. É mergulhar, com alegria e inteireza, na luta por um mundo melhor e neste mergulho não se deixar contaminar pela arrogância, pelo rancor ou pela vaidade. É manter a coerência entre a palavra e a ação. É alimentar as dúvidas, para não cair no poço escuro das respostas fáceis, das certezas cômodas e caducas. Porém, o homem de esquerda não faz da dúvida o álibi para a indiferença. Ele nunca é indiferente. Ser de esquerda é saber que este “mundo melhor e possível” não se fará de punhos cerrados nem com gritos de guerra, mas será construído no dia-a-dia, nas pequenas e grandes obras e que, muitas vezes, é preciso comprar batalhas longas e desgastantes. Ser de esquerda é, na batalha, não usar os métodos do inimigo.
Fernando Evangelista

sábado, dezembro 14, 2013

China se convierte en el tercer país en llegar a la Luna


Ilustración de la sonda lunar china 'Chang E3'. / Instituto de Ingeneiería Espacial de Pekín
Ilustración de la sonda lunar china ‘Chang E3′. / Instituto de Ingeneiería Espacial de Pekín
China ha hecho realidad un sueño albergado durante décadas: llegar a la Luna. El país asiático ha entrado este sábado en el selecto club de las potencias que han alcanzado el satélite terrestre y han depositado, de forma controlada, en su superficie un vehículo de exploración, al haber llevado a cabo con éxito el descenso suave de la sonda no tripulada Chang E3.
El primer rover lunar de China alunizó este sábado, menos de dos semanas después de que despegó de la Tierra, según los medios estatales chinos.
El aterrizaje en la superficie lunar convierte a China en uno de los tres países —después de Estados Unidos y la antigua Unión Soviética— en llegar a la superficie lunar.
Se trata de la primera vez que alguien ha ejecutado un descenso suave en la Luna en 37 años; desde que la Unión Soviética llevó a cabo la misión Luna 24 en 1976. El último alunizaje suave de Estados Unidos se produjo en la misión tripulada Apolo 17 en 1972.
En la próxima década, el país asiático espera abrir una estación espacial permanente en la órbita de la Tierra.
China anunció la misión en noviembre y el lanzamiento tuvo lugar una década después de que China enviara a su primer astronauta al espacio.
La sonda Chang’e partió el 1 de diciembre en el cohete Long March 3B desde la provincia de Sichuan, en el suroeste de China.
Al aterrizar, la aeronave tiene previsto liberar a Jade Rabbit (Conejo de Jade o Yutuen chino), un explorador lunar de seis ruedas equipado con cuatro cámaras y dos piernas mecánicas que puede obtener muestras de suelo, según describió un diseñador del vehículo a Xinhua a principios de noviembre.
Una encuesta pública determinó el nombre del robot impulsado con energía solar, que proviene de la mascota de la diosa china de la Luna Chang’e. El explorador patrullará la superficie de la Luna durante tres meses, según Xinhua.
La misión significa la segunda fase del programa de exploración lunar chino, que incluye orbitar la Luna, aterrizar en su superficie y regresar a la Tierra. Misiones previas incluyeron la elaboración de mapas lunares enteros de alta resolución.
El alunizaje exitoso de la Chang E3 ha sido el último paso del ambicioso programa espacial chino. El país asiático envió a su primer astronauta al espacio en 2003. Desde entonces, los hitos se han sucedido. Ha efectuado cuatro misiones tripuladas y ha puesto en marcha un prototipo de laboratorio espacial. En la última misión tripulada, en junio pasado, tres astronautas pasaron 15 días en órbita terrestre. Su módulo se acopló con el laboratorio experimental Tiangong 1 (Palacio Celestial 1), paso previo a la estación espacial permanente que China prevé tener para 2020. A partir de ese año, quiere enviar también en algún momento una misión tripulada a la Luna.
El programa espacial chino refleja el rápido progreso económico y tecnológico que ha experimentado el país en las últimas décadas
(Con información de Agencias y El País)
*http://www.cubadebate.cu/noticias/2013/12/14/china-se-convierte-en-el-tercer-pais-en-llegar-a-la-luna/#.UqyKxOCwpgE.facebook

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