Julian Assange: Hay que romper los monopolios mediáticos para que no puedan abusar de su posición dominante en el mercado
Julian Assange Wikileaks |
Quito, abril 10 - Julian Assange, el fundador de Wikileaks –organización que filtró miles de cables diplomáticos de EE.UU. causando revuelo a nivel internacional- considera necesario que los medios se auto regulen para evitar abusos y distorsiones de la información.
En una entrevista exclusiva concedida a Orlando Pérez, Director del
diario público El Telégrafo, Assange -quien está bajo arresto
domiciliario en Inglaterra, a la espera de que se resuelva su recurso
contra la extradición a Suecia-, se muestra partidario de romper los
monopolios mediáticos para que éstos no puedan abusar de su posición
dominante en el mercado, al ser consultado sobre la imposibilidad de
aprobar en Ecuador una ley regulatoria de medios porque las empresas
mediáticas lo consideran como censura.
“Los mercados deben regularse para mantenerse libres, de otra forma las grandes empresas se transforman en monopolios o duopolios. Esto pasa también con los medios. Cuando las corporaciones crecen demasiado tienen mucho poder en el mercado de las ideas, y tienen además la capacidad de abusar de dicho poder y distorsionar la información, información en la que la gente basa sus decisiones, en la que las personas confían”, responde.
Agrega que “es cierto que si no se tiene regulación de los medios para estos actores poderosos, el día de mañana podríamos observar a una corporación de bebidas pagando al periódico local más importante, por ejemplo El Comercio o El Universo, para que éste publique una nota diciendo que el producto de su competidor contiene cianuro”.
Sin embargo hace notar que, aún con regulación, si un medio es grande y poderoso, está en la capacidad de colocarse por encima de la ley, por medio de sus conexiones y contactos, o que bien abuse de la legislación para afectar a la competencia.
“Creo que el correcto acercamiento al tema es tener poca o ninguna regulación de los medios para individuos y pequeñas editoriales, y además romper los monopolios mediáticos y que éstos no puedan abusar de su posición dominante en el mercado”, subraya.
Assange sostiene que si no es políticamente viable romper con dichos monopolios, entonces su comportamiento debe ser regulado de una forma cuidadosa.
Expulsión de embajadora norteamericana
En la entrevista que publica este martes El Telégrafo, Assange también
se refiere a la expulsión de la embajadora estadounidense en Quito,
Heather Hodges, como consecuencia de la divulgación de un cable
diplomático en el que comentaba que el Presidente Rafael Correa conocía
sobre los presuntos actos de corrupción de un alto jefe policial.
“Antes de que Ecuador tomara la decisión (de expulsar a la embajadora americana) fueron expulsados diplomáticos de México y de Libia. De la evidencia contenida en los cables diplomáticos parece ser que estos funcionarios decían una cosa a sus contactos locales o con las personas con las que almorzaban y otra muy distinta cuando enviaban sus reportes a Washington”, concluye.
Por eso cree que no es una sorpresa que el gobierno de Ecuador perdiera la confianza en la Embajadora, por dichas circunstancias, aunque en lo personal difiere con la decisión de expulsarla porque estima que habría sido una mejor estrategia quedarse con “el diablo conocido”.
El Telégrafo consulta a Assange sobre qué opinión, en general, le
merecen los procesos de cambio que ocurren en gran parte de
Latinoamérica en la última década y de Ecuador, en particular.
“He observado la fortaleza que crece en términos de cohesión y cooperación Sur–Sur, democratización, y ahora el liderazgo latinoamericano es reconocido en la escena internacional. Sobre Ecuador, es un país que está implementando medidas para reducir la pobreza y la desigualdad y eso es positivo”, responde.
Terrorista
En otra parte de la entrevista, Assange expresa que en Estados Unidos se
lo ha acusado de terrorista, espía de la Mossad, espía de la CIA, todo
menos periodista, ya que saben que si lo nombran por lo que es está
protegido por la Primera Enmienda.
No obstante, dice tener conocimiento de que EE.UU. tiene la intención
expresa de extraditarlo a ese país. "WikiLeaks ha publicado que uno de
los jefes de la compañía Stratfor, una compañía de inteligencia privada
con sede en Austin, Texas, tenía información de una acusación sellada en
enero de 2011. Además sabemos a través de entrevistas con asesores del
Departamento de Estado, además de entrevistas con los embajadores de los
Estados Unidos de América, en Australia y en el Reino Unido, que
Estados Unidos está negociando y haciendo cabildeo para que estos países
accedan a mi extradición una vez se haya aclarado el caso sueco".
En este contexto, manifiesta que no tiene fe en que Suecia lo proteja,
ya que ha dejado atrás sus ideales para convertirse en un aliado férreo
de los Estados Unidos, a espaldas incluso de su propia población.
Fonte: Aporrea.org
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