Sobran razones para reelegir a Rafael Correa este domingo 17
Via Cubahora
Razones
hay muchas para que el presidente ecuatoriano Rafael Correa sea
reelecto de manera holgada este domingo, entre ellas la implementación
de su política del Buen Vivir que en siete años ha transformado la
existencia de los estratos sociales más pobres del país...
Lídice Valenzuela García
Correa ha logrado una comunicación y empatía con la población.
Es un hecho que el presidente ecuatoriano Rafael Correa
será reelecto este domingo con una holgada votación. Razones le sobran
al pueblo de la meridional nación para mantener al joven economista al
frente del país en esta nueva etapa histórica en que el llamado Buen
Vivir se ha convertido en algo más que una consigna para poco más de 14
millones de seres humanos que dejaron atrás la miseria, la corrupción,
los golpes de Estado y la sustitución de Mandatarios.
Ecuador
forma parte, en la actualidad, del grupo de naciones de América Latina y
El Caribe lideradas por gobiernos progresistas y de izquierda que
construyen juntos una red integracionista para elevar la calidad de vida
de sus poblaciones mayoritariamente pobres y olvidadas por el ya dejado
atrás sistema neoliberal.
El gobierno de Rafael
Correa, declarado antineoliberal y antiimperialista, con claras y
sólidas posiciones políticas en el ámbito hemisférico e internacional,
ha desplegado una serie de transformaciones estructurales –gracias a la
creación de una nueva Constitución Nacional- que le ha permitido, aun
cuando se encuentra bajo la presión de la oligarquía local apoyada por
la reacción internacional, situar a su país en los primeros lugares de
despegue económico en la región y la consecuente consolidación de
millonarios programas sociales.
Ante los
discursos gastados de los representantes de los viejos partidos
ecuatorianos, Correa logró algo que antes resultó imposible en su país,
una comunicación y empatía con la población, que desde que llegó al
gobierno hace seis años, en enero del 2007, se ha convertido en su
principal aliado, al extremo de deshacer un golpe de estado perpetrado
por la derecha con el apoyo de Estados Unidos para derrocarlo en el
2010.
Tres gobiernos cayeron a consecuencia del
desastre económico dejado por el neoliberalismo en la década del 2000
–entre ellos el del expresidente y corrupto Lucio Gutiérrez, sacado por
el pueblo del Palacio de Carondelet y ahora postulado de nuevo-.
Correa,
por el contrario, luego de crear la Asamblea Constituyente, redactora
de una nueva Carta Magna, resultó reelecto en el 2009 por otros cuatro
años.
A pesar de las trabas impuestas por el
Congreso Nacional para impedir la promulgación de nuevas leyes que hagan
avanzar la proclamada Revolución Ciudadana, el actual Ejecutivo ha
logrado más beneficios para la nación que en los 50 años precedentes.
Hay
que recordar que el Movimiento Alianza País, que candidateó al
Mandatario, tenía el objetivo primario de lograr la Primera
Magistratura, sin enfocarse entonces en el Congreso.
De
ahí que el Mandatario pida a la ciudadanía que le apoya en más de un 60
por ciento en las intenciones de voto, que lo hagan por todos los
postulados al Parlamento por Alianza País, con el fin de ocupar la
mayoría de los 135 escaños en juego y consolidar y radicalizar la
Revolución Ciudadana.
Recientes datos, aunque
oficiales, no son del gobierno ecuatoriano, sino de la Comisión
Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL), que ha elogiado al
sistema político ecuatoriano por sus excelentes logros.
Alicia
Bárcenas, secretaria ejecutiva de CEPAL brindó una información de los
notables logros alcanzados por Ecuador, en momentos en que Estados
Unidos y las naciones de la eurozona se encuentran inmersos en una
crisis económica sin una eventual salida por el momento.
La
nación ecuatoriana mantiene un crecimiento sostenido de su Producto
Interno Bruto en torno al 5% (promedio anual), con el aporte de un 25% a
la inversión pública. Del 2007 a la fecha, el Gobierno ha dedicado 20
mil millones de dólares a la inversión social, un hecho sin precedentes
anteriores.
Ello ha permitido, por ejemplo, que
la pobreza disminuyera a un 25%, - siete puntos porcentuales en 2012- .
En 1990 ese flagelo afectaba al 60% de la población.
Las
políticas económicas del Buen Vivir implantadas por el gobierno de
Alianza País han aumentado los ingresos de las familias –el desempleo
estaba el pasado año en un 4,8%, la más baja del hemisferio sur- lo que
les permite ahora comprar con sus ingresos (en salario) un 93% del costo
de la canasta básica, algo impensable en el 2007. Se entregó también el
bono de desarrollo humano, que benefició a casi dos millones de
personas, se atendió –por primera vez en la historia nacional- a miles
de discapacitados incluso los residentes en los parajes más alejados de
Quito, la capital, más de medio millón de niños dejaron de trabajar para
subsistir. Varias de las Metas del Milenio trazadas por la ONU para el
2015 han sido ya cumplidas en Ecuador.
Para
llegar a tales índices económicos el gobierno de Correa adoptó medidas
fundamentales, entre ellas la renegociación de las ventas del petróleo,
la expropiación a los banqueros que traficaban con dinero sucio, cambió
los contratos a las petroleras trasnacionales para impulsar con las
ganancias los programas sociales, desestimó la deuda externa en la forma
en que estaba concebida, la que desde antes de ser Presidente consideró
ilegitima, desterró el analfabetismo y dictaminó la salud pública y la
escuela pública universales y gratuitas.
A pesar
de estas medidas y logros – pues son muchos más de suma importancia
puestos como ejemplo-, resultantes de las actuales políticas económicas
reconocidas por la CEPAL y otros organismos internacionales, el
presidente Correa pretende, en su nuevo mandato implantar renovadores
programas que den un cierre absoluto a la pobreza en el país, la
desnutrición infantil, y un impulso superior a la economía.
Por
esas razones y muchas otras, tienen muy pocas oportunidades este
domingo la desprestigiada partidocracia nacional y los viejos esquemas
políticos, sin eco en la mayoría de la población, ya habituada a la
institucionalidad, el respeto a sus derechos, la transparencia económica
y el liderazgo de un político joven y honesto, uno de los líderes de lo
que él llamó la nueva era de América Latina.
*GilsonSampaio
Nenhum comentário:
Postar um comentário